"Cada
vez que respiro, cada vez que camino, cada vez que te veo recuerdo momentos que
tengo contigo..."
Cada Vez que Respiro, de Volován, del disco Monitor.
Este fin de
semana fue muy raro, ni ayer ni hoy me sentí cómoda. Algo me hizo falta: tu compañía.
Tu atinada y perfecta compañía. Tus ganas de siempre hacer algo conmigo. Tu
manera de decirme las cosas, tu forma de abrazarme, de acariciarme la mano con
un dedo cada vez que caminamos con los dedos entrelazados, la forma en la que
me besas inesperadamente mientras caminamos, la manera en la que me miras sin
decir nada, y el gesto que haces cuando me ves.
No tuviste
opción. Te quedaste en tu casa el fin de semana. El clima hizo de las suyas y
tu cuerpo se rindió. Pero eres demasiado fuerte, mucho más que la infección de
tu cuerpo, y sé que estarás como nueva en un par de días. Por ahora lo más
importante es eso.
Lo que no puedo
evitar es extrañarte, y extrañarte como si no te hubiera visto en un año, y hoy
que desperté en mi cama (lo cual, para un domingo, es bastante inusual) tengo
la sensación de sentir un poco vacío mi fin de semana.
Me encantaría
estar contigo en tu casa, cuidándote, consintiéndote, y acostadas en tu cama
viendo la tele. Si quieres dormir, yo me quedaría calladita a tu lado para que
pudieras descansar, no importa que no estés despierta, porque lo único que
quiero es VERTE. Te extraño como no tienes idea.
En cuanto te
recuperes, vamos a ir al cine, a caminar, a leer, a comer, a abrazarnos, a
besarnos, y a estar juntas para siempre. ¿Te parece bien el plan?
Por favor,
¡alíviate pronto! Me siento triste de que estés así y no pueda hacer nada para
que te sientas mejor. Te amo muchísimo, Patito.
Atte, tu
novia que te adora por siempre.
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