lunes, 15 de febrero de 2021

Para Lilia, Maura y Lolo...

 "Y yo llevo en el pecho una honda herida..."


Tonta canción de amor, de El gran silencio, del disco Libres y locos


Existen toda clase de heridas que causan el dolor humano: te puedes cortar con una hoja de papel, te puedes caer de las escaleras, te pueden dar una golpiza, puedes estar en un muy grave accidente... y sin lugar a dudas el dolor más fuerte para nosotros es el dolor del alma, ese dolor proveniente de la añoranza, de la tristeza y de la pérdida.

El dolor que a todo el mundo le ha aquejado el último año es ese... y ese dolor sólo el tiempo lo alivia. Y como dirían los más viejos, "pobres de los que nos quedamos, porque somos los que debemos aguantarlo".

La vida da muchas vueltas, y aún así es inconcebible para las familias y amigos despedirnos de nuestra gente cercana por algo que no nos hubiéramos imaginado jamás.

Y más allá de la pérdida, lo que me causa más impotencia y desesperación es la forma en la que nos están arrebatando a nuestros abuelos, padres, hermanos, amigos y conocidos. Y no, no es posible que le demos prioridad a irnos de vacaciones con la situación en el mundo actual.

Afortunadamente (o eso me gusta pensar) nuestros amigos y familiares están en lugar mejor, dejaron de sufrir, e incluso están en celebrando el término de una batalla de la que jamás van a volver a tener que librar. ¿Pero nosotros qué? ¿Qué pasa con los padres y hermanos de Maura? ¿Qué pasa con los hijos y nieto de Lilia? ¿Y con los sobrinos de Lolo? Sólo nos queda recordarlos de la mejor forma: por la disciplina y lealtad de la contadora, el positivismo de Maura, la voz de Lolo... eso quedará para todos los que los conocimos.

Por ahí dicen también que nadie experimenta en cabeza ajena, y por lo cual los invito a la siguiente reflexión: ¿de verdad no les causa dolor imaginar a sus allegados solos en una cama de hospital conectados a mil tubos sin que puedan abrir los ojos ni saber qué está pasando? Y de nuevo, no estoy hablando del dolor físico, sino del dolor que te deja ver a uno de tus seres queridos sufriendo sin que puedas hacer nada por ellos.

Por los más de 2 millones de personas fallecidas en el mundo hasta ahora... no son un número amigos y familia, son un recuerdo imborrable en todas las personas que los conocimos en vida y que tenemos anécdotas con ustedes.

Recuerdos con Lilia...

Recuerdos con Maura...

Recuerdos con Lolo...


¡Nos vemos pronto!