miércoles, 4 de abril de 2012

Los Juego del Hambre… o cómo les gusta verle la cara a la banda más chava

Sí, ya lo veía venir…
Ya lo Veía Venir, de Moderatto, del disco Queremos Rock


Decidí romper mi ayuno de cine… la elegida: Los Juegos del Hambre (The Hunger Games, Gary Ross, 2012), y la verdad fui más porque mi marido quería ir que por otra cosa, pero aún así me empeñé en darle una oportunidad a esta cinta que está arrasando con todo.

Entré al cine sin ninguna expectativa, aunque sí con un poco de escepticismo de mi parte, y la sorpresa fue que… no había sorpresas!!! Es una de las películas más grises y planes (en muchos sentidos) que he visto recientemente.

La cosa va más o menos de esto: en un futuro no especificado, una sociedad (aparentemente  Estados Unidos, aunque nunca mencionan ningún nombre) tuvo una guerra por discordancias entre los 12 distritos que la componían. Al terminar esa guerra, los humanos ofrecen una vez al año un “sacrificio” como expiación a sus pecados que consiste en una chica y un chico de entre 12 y 18 años para que participen en una especie de reality show titulado Los Juegos del Hambre, en el que, para entretener a las masas, tienen que matarse unos a otros hasta quedar un solo sobreviviente.

La pérdida de los valores como sociedad (y, por qué no decirlo, como humanidad también) son el tema central de esta cinta, que convierte un baño de sangre en el “pan y circo” del pueblo y toca la perversión del mismo al preferir ver la muerte de seres vivos como parte de su divertimento.

Les suena la trama??? Claro!!! Parece ser que a los creadores de la película (e incluso del mismo libro) se les olvida que varios tenemos como referencia inmediata Battle Royale de Kinji Fukasaku, y para otros cinéfilos más clavados, no podemos olvidar la madre de todas este tipo de cintas: El Señor de las Moscas, basada en el libro de William Holding y dirigida por Harry Hook.

Tal vez pudo haber funcionar si hubieran tocado el mismo tema con un poco más de riesgo o desde una perspectiva distinta… pero si tomamos en cuenta que está dirigida para la generación Crepúsculo, supongo que entonces tiene el timing adecuado.

La estética es convencional (por no decir chafa), ya que al querer hacer de esta extraña sociedad algo tan extravagante, cae en lugares comunes y muy superficiales. Recuerdan cómo veía el futuro Marty McFly en Volver al Futuro II??? Pues ahora lo vemos gracioso porque es una versión futurista de los ochentas!!! Pero hacer algo muy similar en pleno siglo XXI no sólo no sorprende a nadie, sino que hasta da mucha flojera.

Ciertamente es un poco lenta, y a pesar de esto, es mucho mejor el planteamiento y desarrollo de la historia que la batalla en sí. El tan aclamado encuentro entre los 24 competidores nunca te emociona, ni te cautiva, ni nada… pasa con una pasividad digna de aquel documental de los monjes tibetanos en el que los ves durante 2 meses de su vida. Se imaginan lo que hacen los monjes tibetanos en un día común y corriente? Exacto! No hacen nada! Pues así es más o menos esto.

Los protagonistas cumplen, y ya. Jennifer Lawrence poco a poco se ha convertido en una de las actrices de la nueva generación en Hollywood, y por medio de esta cinta sube un importante escalón para llegar a esa anhelada cima. Lo único que le resta es seguir por ese camino y escoger bien sus papeles, en donde se refleje el tamaño de actriz que (estoy completamente segura) es.

En fin… a pesar de esto, no me pareció un desperdicio de mi tiempo ir al cine a verla, como me ha pasado con todas las películas de Crepúsculo. Como ya mencioné, va dirigida exactamente al mismo público, pero es infinitamente mejor esta, porque por lo menos se rompieron la cabeza un poquito.

Ya lo saben, en cuestiones cinematográficas, todos tenemos gustos distintos, así que aunque no me gustara a mí no significa que no les pueda gustar a ustedes… verdad???



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