martes, 24 de abril de 2012

Un Dios Salvaje... perdón!!! ¿Sabes Quién Viene?

"No es lo mismo arte que hartar..."

No Es lo Mismo, de Alejandro Sanz, del disco No Es lo Mismo



Amo el cine... eso no es secreto para nadie. El séptimo arte es (posiblemente) la cosa que más amo en esta vida. Tiene ese poder de mover sentimientos y representar aspectos de la vida que sólo las bellas artes pueden lograr.

También reconozco una de las grandes desventajas del cine: una proyección cinematográfica nunca logrará la simbiosis  y complicidad con el público que puede alcanzar el teatro. El teatro es un arte vivo que depende 100% de una respuesta/interacción por parte de la persona que está observando la puesta en escena (cualquiera que sea esta), y si no se conectan uno con el otro, la magia del teatro no existiría.

El que diga que una adaptación teatral al séptimo arte es mejor que su versión original, o está drogado, o tiene pedos, o de plano su pinche gusto está del orto y no tiene remedio.

Obvio, tenemos que entender las diferencias entre ambos medios, y debemos reconocer que, aunque en muchos sentidos no puede existir un punto de comparación, tampoco podemos ignorar los puntos que los unen intrínsecamente.

Y ese es, precisamente, el problema de ¿Sabes Quién Viene? (Carnage, 2011), película dirigida por Roman Polansky y basada en la puesta en escena de la dramaturga Yasmina Reza: que no logra esa empatía con el público (independientemente de que el respetable sea un público cinematográfico o teatral).

Para los que no vieron la obra, la cosa va de lo siguiente: los papás de dos niños que tienen una fuerte pelea se reúnen para arreglar la situación entre ambos. La falta de reglas y convenciones sociales (de las cuales presumen al principio de la historia) concluye en un completo disparate que nos hace ver a todos los seres humanos como seres vulnerables que nos convierte, precisamente, en un montón de salvajes faltos de modales.

La película es floja y sosa, y carece de muchos de los elementos que hacen de ésta una gran crítica social y humana de la historia de Reza (valga mencionar, una de las autoras teatrales contemporáneas más importantes a nivel mundial), la cual está plagada en su texto teatral de diálogos llenos de acidez y sarcasmo, que en su versión cinematográfica se pierden en muchas partes debido a la traslación de la historia.   

En muchos momentos creo que no se logra la intensidad necesaria para demostrar esta pérdida del ser humano como ser social, por lo tanto no llega al final a su ya mencionado cometido de crítica ácida y marcada.

Polansky tenía todo: un gran texto; una actriz poseedora de un gran dominio histriónico (Jodie Foster); un gran actor con un amplio espectro en su repertorio (Cristoph Waltz); y una de las mejores actrices de su generación, y que también ha demostrado en más de una ocasión que con su capacidad actoral es una de las herederas de los grandes viejos talentos de Hollywood (Kate Winslet)... qué salió mal??? No lo sé!!!

Lo que pintaba para ser una gran película, nos quedó a deber Y CON CRECES!!! Ni modo, mejor suerte para la próxima, Un Dios Salvaje... perdón! ¿Sabes Quién Viene?


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